La décima espinela
Genéricamente, una décima en poesía es una estrofa constituida por 10 versos escritos poéticamente. Actualmente se usa esta palabra con el sentido específico de décima espinela o espinela, cuya rima es abbaaccddc. Toma este nombre del poeta y novelista Vicente Espinel, quien le dio a las rimas la mencionada organización.
Décimas del Pichachén
Lic. SARA ELIANA RIQUELME
Junta de Estudios Históricos de la Provincia del Neuquén
A la memoria de Don Gregorio Álvarez
Estas décimas se escriben con motivo de las JORNADAS BINACIONALES DE HISTORIA POR EL BICENTENARIO DEL CORREDOR BIOCEÁNICO, PASO PICHACHÉN. Se trata de una producción intertextual en base al capítulo \’Expedición de Don Luis de la Cruz\’ de Gregorio Álvarez. A su propio trabajo de investigación, este autor agrega la transcripción publicada en 1937, Anales de la Sociedad Argentina de Estudios Geográficos, Tomo V, que \’se ocupa con más extensión y autoridad científica, del viaje de don Luis de la Cruz a través de la cordillera, el Neuquén y las pampas, en un artículo que publica el conocido antropólogo don Salvador Canals Frau\.
El Dr. Gregorio Álvarez ha dejado en su obra una reseña de los antecedentes del histórico viaje, como así también de las circunstancias adyacentes al mismo, concluyendo con valiosos comentarios sobre la importancia y el impacto posterior que el camino trazado significó en las vías de comunicación del Siglo XVIII.
Secuencia didáctica:
En primer lugar, mediante la lectura y el análisis, es aconsejable tomar contacto con el género y con la estructura de la décima espinela. Se puede leer diferentes producciones y practicar tomando temas sencillos como hacer una descripción o un relato corto siguiendo la organización de la rima en esta estructura poética.
Algunas décimas muy bellas:
Violeta Parra ha sido una de las poetas americanas que más ha cultivado la décima espinela. Dejo aquí algunas estrofas:
Volver a los diecisiete

después de vivir un siglo b
es como descifrar signos b
sin ser sabio competente. a
Volver a ser de repente a
tan frágil como un segundo, c
volver a sentir profundo c
como un niño frente a Dios, d
eso es lo que siento yo d
en este instante fecundo. c
Se va enredando, enredando, (Estribillo)
como en el muro la hiedra,
y va brotando, brotando,
como el musguito en la piedra,
ay, sí sí sí.

Mi paso retrocedido,
cuando el de ustedes avanza;
el arco de las alianzas
ha penetrado en mi nido
con todo su colorido,
se ha paseado por mis venas
y hasta las duras cadenas
con que nos ata el destino
es como un diamante fino
que alumbra mi alma serena.
Lo que puede el sentimiento
no lo ha podido el saber,
ni el más claro proceder
ni el más ancho pensamiento.
Todo lo cambia el momento
cual mago condescendiente,
nos aleja dulcemente
de rencores y violencia:
solo el amor con su ciencia
nos vuelve tan inocentes.
El amor es torbellino
de pureza original;
hasta el feroz animal
susurra su dulce trino,
detiene a los peregrinos,
libera a los prisioneros;
el amor con sus esmeros
al viejo lo vuelve niño
y al malo solo el cariño
lo vuelve puro y sincero.
De par en par la ventana
se abrió como por encanto,
entró el amor con su manto
como una tibia mañana;
al son de su bella diana
hizo brotar el jazmín,
volando cual serafín,
al cielo le puso aretes
y mis años en diecisiete
los convirtió el querubín.
Volvemos con las décimas del Pichachén
Luego, tomar contacto con el tema, con el hecho histórico que se desea plasmar en la producción literaria a través de la lectura de diferentes fuentes. En este caso se toma el cruce de los Andes por el Paso Pichachén que realizara Luis de la Cruz en 1806. Aquí se toma el aporte del Dr. Gregorio Álvarez, pero ese conocimiento se puede ampliar con otros textos. Desde mi punto de vista, en la escritura es aconsejable mantenerse fiel a los hechos históricos, si bien todos sabemos que la literatura es ficción y no es indispensable que guarde una relación inequívoca con la realidad. Sin embargo, en mi opinión, repito, un trabajo resulta más interesante cuando además de ser un producto estético también puede ser tomado como un documento histórico.
Para realizar la producción se puede hacer un corpus de palabras significativas que luego se podrán tomar para dar cuerpo al poema o al relato. En esta poesía se toman términos de la geografía del lugar, los topónimos, los nombres de los sujetos sociales protagonistas del Cruce y aspectos del relato, por cuanto las diez décimas conforman una narración en la que una cuenta un hecho que sigue en la siguiente.
DÉCIMAS DEL PICHACHÉN
I
Partió don Luis de La Cruz
de la tierra trasandina
y cruzó hacia la Argentina
buscando, en la altitud,
al Este, la rectitud
del paso más conveniente,
para ver al sol naciente
en las orillas del Plata,
registrando cada mata,
en el Sur del Continente.

II
Los Andes, impresionados,
cuando iniciaba el otoño,
vieron, entre los retoños
de los ñires, asombrados,
un puñado de soldados
escoltados por nativos,
hombres valientes, altivos,
con decisión y bravura
internarse en la espesura
de los bosques coloridos.
III
Corría el siete de abril
de mil ochocientos seis.
En su relato hallarésis
detalles del viaje, mil,
delineando el perfil
del paisaje pintoresco,
de contorno novelesco
cual narración de aventura,
que acompaña a la lectura
de la historia, en sus comienzos.
IV
A don Luis lo acompañaba
Molina y Vasconcelos,
que de anterior, sus anhelos
por ese suelo cruzaban.
En la expedición, estaban
Manquel, Puelmac, Treca, Lailo,
Calvuqueo; destacados
oradores, diplomáticos.
Con discursos emblemáticos
mediaron entre los bandos.
V
Pasó por Chochoy Mallín,
luego por Buta Curá
vadeó el río Trocomán
y durmió en Vilú Mallín,
para después, desde allí,
seguir el Río Neuquén,
llegando así, a Tilhué.
Después, el Reñileuvú,
hasta el Rarín Leuvú
para badear el Neuquén.
VI
Con ímpetu varonil
se aproxima al Colorado,
antes del Río Salado
pasa por Pampa de Tril,
muy lejos está el perfil
de las montañas andinas,
y se interna en las salinas
llegando a Limay Mahuida.
Del apoteósico viaje
tiene la mitad cumplida.

VII
Devorando las jornadas,
por territorios ranqueles
la expedición, en tropeles,
avanza a marcha forzada
por la maraña, extenuada,
llega hasta unas veguillas,
fuentes de agua, lagunillas.
Todo el paisaje los ve
con la mirada al naciente
llegar a Curalauquén.
VIII
Los pueblos originarios
este sendero trazaron,
sus derroteros fijaron
recorridos milenarios.
De españoles, olvidado,
en tiempos de Villarica,
su nueva búsqueda explica
la razón del Virreinato,
de habilitar nuevo paso
que distancias modifica.
IX
El talentoso Don Luis,
afronta tamaña empresa
explorando, por su cuenta,
nuevo camino a seguir:
fácil, breve y llano, unir
los Andes occidentales
con la llanura y los mares,
capital del Virreinato,
describiendo en cada dato,
la realidad de estos lares.

X
Hoy, dos centurias después,
una fiesta nos convoca:
nuestra tradición evoca
y revive el viaje aquél
que pintó con un pincel
intrépido, impresionado,
bello paisaje explorado
por temerarios viajeros,
arriesgados y certeros,
en el poniente nevado.
Nota de la autora: La temática y la fuente seguida han puesto límites a las posibilidades de la rima.
Lic. Sara Eliana Riquelme
Junta de Estudios Históricos de la Provincia del Neuquén
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